El Septeno
Aparte de la Reforma Agraria lo que
perseveró
en el tiempo y la Educativa que no lo hizo, La Revolución y la Tierra es un documental en cierta medida histórico que narra cuando el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas liderado por el General Juan Velazco Alvarado tomó las riendas del país como gobierno de facto. La larga lucha por la tierra buscó derrumbar aquella muralla entre patrones y siervos que sigue dividiendo al Perú hasta el día de hoy. Sin embargo la ley de reforma agraria de 1969 marcó un antes y después en la historia oficial de nuestro país. A 50 años de los experimentos sociales de la denominada "Revolución peruana". Toca preguntarnos si realmente ¿El Perú se estropeó o no con aquellas medidas? Hay un aspecto que los realizadores de la película no tomaron en cuenta y respondería aquella interrogante.
Entre países en todo el
mundo los cuatro puntos cardinales acompañados de paralelos y meridianos, algún accidente geográfico, siguiendo un cauce de río e imitando las odiadas coordenadas cartesianas reflejan el limite por defecto de las fronteras. Nosotros somos de los pocos que no respetamos aquello pues junto a Argentina, Bolivia Suiza e Israel tenemos cinco. Algunas empresas extranjeras con visión empezaron a ensamblar coches en nuestro territorio, ello nos colocaba en situación estratégica que hábilmente manejada nos permitiría llegar rápidamente a cualquier lugar e ingresaban al mercado con precios competitivos dando trabajo a miles, mejorando el nivel de ingresos y la calidad educativa entonces sucedió el Septeno. Algunas cosas que se narran son exageradas como de una serpiente que destila veneno, porque nunca existirá en este mundo un gobierno perfecto, reservado a quienes alcanzan la eternidad creyendo que Dios vive y reina.
A los países industrializados para competir en
condiciones ventajosas les convenía reducir costos y era eso lo que buscaban.
El Gobierno Militar no tenía cuadros preparados para llevar adelante sus
propuestas que eran opuestas al desarrollo de las empresas y el libre
mercado, por esa razón aquellos cerraron
sus factorías marchándose a sus países de origen y nosotros perdimos la
oportunidad de salir del subdesarrollo pues siete años más tarde retornó la
democracia pero no las ganas de re intentarlo, eso sin desmerecer las acciones
del gobernante de turno un patriota con un gran corazón pero diminuto cerebro.
El cambio debía darse pero nos agarró como de
costumbre desprevenidos, la baja calidad de nuestra enseñanza que a los
políticos le conviene, una nación de iletrados son más fáciles de manipular por
ello tenemos parlamentarios ocupando un
escaño 20 años y eso es una vergüenza porque hay funcionarios de carrera
armando proyectos que el legislador propone o rehace a su criterio. Eso es algo
que debe cambiar y no significa gente nueva en el sistema sino una forma
diferente de manejar la Democracia menos dogmática arrancando con la
preparación escolar y con el pensamiento que si el Creador nos permitiera
colonizar otros planetas lo último en que habría que pensar es en ser político,
que Él nos deja la Ley y cómo manejarla.
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